En busca de una forma sencilla y eco-friendly de aprovechar al máximo los desechos de cocina, las cáscaras de ajo pueden convertirse en un aliado para tu jardín.
Según “Uno” las cáscaras de ajo solo aportan nutrientes al suelo, sino que también sirven como repelente natural de plagas que puedan afectar a tus plantas y flores.
Para cuidar tus plantas, puedes preparar una mezcla a base de cáscaras de ajo, cebolla y guindilla para rociar en tus cultivos. Esto mantendrá a raya a los insectos no deseados y protegerá tu huerto de posibles plagas, de forma natural y sin necesidad de productos químicos.
Protegerá tu huerto de posibles plagas.
Además, si te preocupa la salud de tu cabello, las cáscaras de ajo también pueden ser útiles en una mascarilla capilar. Al mezclarlas con agua y aplicar el líquido resultante en tu cuero cabelludo, estarás aprovechando sus propiedades nutritivas y fortalecedoras para mantener una melena saludable.
Funciona como un buen limpiador de tu casa
Por último, las cáscaras de ajo pueden servir como limpiador para superficies de acero inoxidable, eliminando olores no deseados y combatiendo manchas de forma efectiva. Un método simple y natural para mantener tus objetos relucientes y libres de suciedad. ¡No subestimes el poder de las cáscaras de ajo y dale una segunda vida a estos desechos de cocina!
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