Abrir un frasco de mermelada puede resultar a veces una verdadera tarea imposible. Es cierto que por lo general presentan una mínima dificultad que se puede superar con un poco de esfuerzo, pero a veces presentan un sellado tal que parece no haber fuerza humana capaz de doblegarlo.
Es famoso aquel video viral de una participante de un reality de cocina que no puede abrir un frasco, entonces se acerca hasta su padre que está entre el público que logra hacerlo con un simple movimiento. A continuación, compartimos algunos consejos para esas tapas que no ceden ni ante la fuerza de un padre.
Lo más común es recurrir a un repasador, porque aplicar mucho esfuerzo puede resultar doloroso y está el riesgo de que el frasco se resbale de las manos y termine cayendo al piso. Otras veces, está el temor de aplicar demasiada fuerza y terminar agrietando el vidrio. Por eso, mejor que aplicar la fuerza es aplicar el ingenio.
Aplicar mucho esfuerzo puede resultar doloroso.
En circunstancias una herramienta puede ser útil, como un cuchillo de untar, por ejemplo. El mismo se utilizará para golpear el borde superior mientras se gira el recipiente, con cuidado de no romper el vidrio. Esto debería aflojar de a poco la tapa.
Con la ciencia
Otra herramienta importante es la física, y en especial la termodinámica, siguiendo el principio que indica que mientras el frío contrae, el calor expande. En muchas ocasiones, los frascos que se envasan en caliente, al enfriarse se “achican” y esto provoca un cerrado hermético casi imposible de superar.
Para solucionar esto, se puede aplicar agua caliente, en especial sobre la zona de la tapa del frasco durante unos minutos. Después, y como por arte de magia, sin olvidar utilizar algún agarre como un repasador o guantes de lavar los platos, la tapa saldrá sin mayor esfuerzo ¡Es ciencia!
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!