El maní, también conocido como cacahuete o cacao de tierra, es una legumbre que por su densidad nutricional se acerca más a la categoría de fruto seco y debería ser uno de los ingredientes infaltables en una dieta equilibrada.
Y es que no es para menos, ya que el maní es un alimento muy nutritivo, con una gran concentración de albúmina (proteína) y grasa, casi tanta como la carne. Por ende, el consumo de esta legumbre es muy recomendable para quienes siguen un régimen vegetariano, para los deportistas y para los niños en crecimiento.
Beneficios del maní
Por otra parte, el maní tiene un aporte significativo de proteína, un 27 por ciento, lo que representa una mayor proporción que la contenida en otras legumbres como las lentejas o los garbanzos. También tiene un alto contenido de fibra, lo que favorece la movilidad intestinal y combate el estreñimiento.
Sobre la forma de consumo del maní, lo ideal es hacerlo al natural para evitar un excesivo procesado. Sin embargo, es importante tener cuidado porque esta legumbre es un reconocido alérgeno que produce muchas reacciones alérgicas.
El consumo de esta legumbre puede ser un complemento ideal porque aporta mucha energía.
Un puñado de unos 30 gramos al día es una buena cantidad para incorporar los nutrientes que contiene. También se puede combinar el maní con frutos secos como las nueces, las almendras o los pistachos.
En el marco de la actividad física, el consumo de esta legumbre puede ser un complemento ideal porque aporta mucha energía con poca cantidad y ayuda a construir unos músculos más fuertes por su contenido en proteína.
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