La limpieza del auto es un ejercicio que implica mucho más de lo que se ve a simple vista. Y es que la tarea no termina con limpiar el chasis y todo el exterior, sino que demanda también un aseo profundo, para evitar que aparezcan malos olores en el interior o se termine arruinando el tapizado por falta de cuidado.
Lo que más complejo parece, es limpiar las alfombras del auto. Este espacio de tela suele absorber todo lo que cae, por lo que pueden llegar a aparecer manchas y hasta malos olores producidos por restos de comida u otros residuos orgánicos que se descomponen.
El primer paso para alcanzar la limpieza del auto, es el mantenimiento. Intentar tener todo organizado, y aspirar toda la superficie con regularidad, es una forma de prevenir que se acumule suciedad y descubrir algún resto que podría estar quedando olvidado debajo de un asiento.
Aspirar toda la superficie con regularidad.
Algunas manchas necesitan un tratamiento previo para poder removerlas. En este caso se puede usa una solución casera compuesta de vinagre blanco y agua, en caso de no tener un limpiador específico para alfombras de automóviles. Existen productos para la limpieza de cada parte del auto.
El vinagre se deja actuar por unos minutos y después se frota la mancha con un cepillo. Otro aliado casero potente, es el bicarbonato de sodio, ya que sus propiedades efervescentes pueden retirar cualquier agente que pueda estar produciendo mal olor.
El broche final
Una vez que se han limpiado las alfombras, hay que asegurarse de secar bien todo, porque cualquier resto de agua puede producir humedad y procrear hongos o bacterias. Para esto se puede usar un ventilador o secador, dejando abiertas puertas y ventanas para favorecer la ventilación en todo el interior del auto.
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