Los repasadores son los héroes silenciosos de la casa, y sobre todo de la cocina. Cumplen múltiples funciones y a veces hasta terminan quemados por la hornalla de la cocina en algún descuido. Sirven de agarradera, de servilleta, de mantel, para secar los platos y hasta de toalla de manos por lo que pronto van perdiendo sus colores y suavidad originales.
Es muy conocido el método de tías y abuelas de poner a hervir los repasadores para eliminar de forma más eficiente toda la suciedad que reúnen y dejarlos como nuevo. Pero, además, vamos a compartir unos trucos para dejarlos casi como nuevos y recuperando su suavidad.
Para esto se utilizará un trozo de jabón blanco de lavar la ropa y agua. El mismo se puede colocar dentro del líquido en trozos o rayado, esto es, para que se pueda disolver con facilidad. El agua se pone a calentar en la cocina, y luego se incorporarán los repasadores.
Como nuevos
Una vez que el jabón se disolvió en el agua caliente, se colocan los repasadores y se los dejan ente 10 y 20 minutos hasta que hayan podido desprender toda su suciedad. Este proceso ayudará a eliminar grasa y otras suciedades difíciles de quitar.
Repetir el proceso una vez más.
Luego, se pueden poner los repasadores en el lavarropas, en un ciclo de lavado común, con un poco de vinagre que servirá como suavizante. A veces, luego de este ciclo podrían quedar algunos restos de suciedad, por lo que bastará con repetir el proceso una vez más.
En caso de querer recuperar de verdad los colores primarios de la tela, se los puede poner también en remojo en agua con lavandina. Esto revivirá los colores claros y devolverá el brillo original a los repasadores de cocina.
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