Las “dietas milagrosas” están a merced de todos y prometen bajar de peso y perder grasa en pocos días. Sin embargo, más allá de obsesionarse con lucir una figura espectacular o restringir alimentos en la dieta, lo que hay que tener en cuenta es implementar una alimentación balanceada para evitar el temido efecto rebote.
La Academia Española de Nutrición y Dietética sostiene varias claves para evitar el efecto rebote a la hora de hacer dieta, algo que suele pasar más de lo que pensamos y que termina haciéndonos ganar más kilos de lo que perdimos.
Claves para evitar el efecto rebote
"Las dietas efectivas y rápidas para bajar de peso sin efecto rebote se resumen en sentido común y paciencia, y con el asesoramiento de tu dietista-nutricionista", dicen desde la Academia Española de Nutrición y Dietética y apuntan las siguientes claves a considerar para lograr perder peso con éxito.
Dile no a las prohibiciones abruptas. Puedes permitirte alimentos calóricos en porciones pequeñas y de forma excepcional. Una vez al año no hace daño.
También es importante comer variado y alimentos saludables, ya que al no haber gran variedad de alimentos en la dieta es probable que haya carencias nutricionales y eso impulse, posteriormente, al efecto rebote.
Disfruta del acto de comer sin remordimientos y sin prisas. Según los informes, cuando pasan 20 minutos desde el inicio de la comida, nuestro cerebro recibe la información de que estamos saciados y también la serotonina, que es la hormona que nos hace ser felices.
No te saltes comidas, ya que el mensaje que lanzamos al cerebro es que algo nos impide comer.
Adecúa la alimentación balanceada con la actividad física, eso impulsará a ver mejores resultados y evitará el efecto rebote.
Comer bien, hacer ejercicio y beber agua no es suficiente para adelgazar. También es importante el descanso. Si no duermes bien, no vas a tener fuerza de voluntad para seguir la dieta ni las fuerzas para tu sesión de actividad física.
Por último, no te saltes comidas, ya que el mensaje que lanzamos al cerebro es que algo nos impide comer, por lo que siempre tendremos hambre y será difícil llevar a cabo nuestros propósitos.
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