Los gatos son excelentes mascotas y su mayor virtud siempre ha sido su libertad e independencia. Pero esta característica, que por lo general es muy beneficiosa, puede tener también su contraparte, tanto para quienes conviven con estos animales, como para quienes no lo hacen.
Y es que los gatos, como ya se dijo, tienen su libertad, que a veces puede parecer demasiada. Y así es como a estas mascotas les gusta trascender de los límites del hogar y salir a recorrer las casas del barrio, caminando por los muros y los techos, y es aquí donde se puede plantear un problema.
Por una parte, está la preocupación de quienes conviven con un gato, de temer por su seguridad mientras deambulan lejos del hogar. Pero por otro está la incomodidad de aquellos que ven su espacio y su hogar invadido por animales ajenos, que pueden hacer ruidos molestos y a veces hasta ensuciar.
Deambulan lejos del hogar.
Por eso, a continuación, se comparten algunas recomendaciones para alejar a los gatos de los techos. Eso sí, siempre evitando causar cualquier tipo de daño a los animales. La idea es asustarlos y desalentar esta costumbre.
Aprovechar el olfato
Esta actitud de los gatos tiene que ver con que son animales muy territoriales y que ocupan distintas zonas para diferentes propósitos. Lamentablemente, muchas veces toman los techos y las azoteas como baños. Algo que puede alejarlos, es impregnar estos lugares con olores que les causen repulsión, por ejemplo, el azufre.
También se puede crear un repelente casero utilizando jugos cítricos. Se puede mezclar citronela, limón, tomillo o pimienta. También plantas aromáticas como la ruda y la lavanda. En casos extremos, se pueden conseguir en veterinarias preparados que emulan el olor de los depredadores naturales del gato.
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