El agua es el elemento principal para la vida. Está comprobado que el ser humano puede estar hasta varias semanas sin comer, pero no más de unos pocos días sin beber agua. Pero también, es muy importante para el bienestar diario y su consumo, y la forma en la que se consume, se volvió un pilar fundamental en muchas dietas.
En los últimos tiempos se fue expandiendo cada vez más y más la recomendación de beber agua tibia en lugar de fría. De hecho, se sabe que muchos atletas de alto rendimiento evitan en sus dietas consumir líquidos de bajas temperaturas para que su cuerpo no gaste energías de forma innecesaria para calentarla.
Fría o caliente
De hecho, estudios científicos han concluido que para el calor puede resultar mejor consumir bebidas calientes. Esto se debe a que estimulan el sudor, lo que sirve para regular la temperatura del cuerpo, pero claro, esto no se aplica en condiciones de clima húmedo.
Para el calor, mejor bebidas calientes.
De todos modos, cuando se trata de niños pequeños o adultos mayores, lo mejor es consumir bebidas frescas. El cuerpo siempre tiende a buscar una temperatura de equilibrio, por eso del mismo modo que subirá su temperatura ante un estímulo frío, lo hará a la forma inversa ante algo caliente, provocando el sudor.
Siguiendo estudios de la Oficina de Ciencia y Sociedad de la Universidad McGill en Canadá, al final sería el agua caliente la mejor forma de combatir el calor. Esto a partir de un estudio realzado con ciclistas, a los que se les suministraba agua fría y caliente.
Eso sí, ante una situación de mucha humedad, el agua fría tendrá un efecto refrescante inmediato, mientras que la bebida caliente ayudará a regular la temperatura corporal, pero a más largo plazo.
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