A muchas personas les fascina comer sus comidas con mucho picante, mientras que otras lo evitan a toda costa, por los supuestos riesgos que este tipo de alimentos podrían generar. Lo cierto es que como tantas otras comidas, las que presentan esta peculiar característica reúnen numerosas propiedades, algunas beneficiosas y otras perjudiciales.
Como cualquier otro alimento, su consumo en exceso puede traer serias complicaciones. De hecho, como sucede con tantas cosas en la naturaleza, su sabor agresivo es hasta una advertencia para mantenerse alejado. Así y todo, el picante puede esconder detrás numerosos beneficios.
Cabe aclarar antes de nombrar sus beneficios, que los alimentos con picante pueden ser peligrosos en su exceso o bien para personas con mayor sensibilidad. Estas comidas pueden perjudicar la mucosa del tracto gastrointestinal propiciando náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras, diarreas y hemorroides. Tampoco se recomienda su consumo en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Beneficios de todo tipo
En primer lugar, hay que mencionar que el consumo de picante en su justa medida ayuda a favorecer la digestión. Alimentos como el jengibre o el wasabi, son además muy buenos antibacterianos y antisépticos, por eso se utiliza el primero en la cocina japonesa, que puede incluir pescado crudo.
Antibacterianos y antisépticos.
El picante también puede estimular la circulación arterial, de hecho, aquellas personas que padezcan de hipertensión arterial podrían disminuir el uso de sal y reemplazarla con condimentos picantes. También funciona como analgésico natural en casos de psoriasis, artritis reumatoide o neuralgias.
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