El desayuno es una de las comidas más importantes del día, y su calidad de los alimentos puede marcar la diferencia entre un día lleno de energía y uno con fatiga constante.
Según un artículo de “El país”, un buen desayuno debe contener alimentos equilibrados y nutritivos, proporcionando a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para comenzar la jornada con fuerza y evitar la fatiga.
Para evitar el cansancio, es fundamental incluir en el desayuno limentos ricos en proteínas, fibras y carbohidratos complejos en la primera comida del día. Ejemplos de esto son los huevos, que aportan proteínas esenciales, y los cereales integrales, que ofrecen energía sostenida gracias a su contenido de fibra. De esta manera, se logra un aporte energético que evita los picos de glucosa y posteriores bajones que generan cansancio.
Incorporar frutas y verduras también juega un papel clave en el desayuno. Alimentos como los plátanos, que son ricos en potasio, y las espinacas, que contienen hierro, ayudan a mejorar la función muscular y reducen la fatiga. Además, añadir frutos secos proporciona grasas saludables y energía adicional, lo que contribuye a mantener la concentración y el rendimiento.
Añadir frutos secos proporciona grasas saludables y energía adicional.
No subestimar aquello que tomes por la mañana
La hidratación no debe ser subestimada en tu desayuno. Beber agua o infusiones por la mañana es esencial para mantener el cuerpo funcionando correctamente. La deshidratación puede ser una de las causas del cansancio, por lo que iniciar el día con líquidos es una buena estrategia para combatirlo.
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