El almidón de maíz, o maicena, es un ingrediente muy utilizado por las abuelas para tratar distintas afecciones en la piel. Como suele suceder, el avance de la ciencia y las comunicaciones han servido tanto para desmentir algunas de estas creencias tradicionales, como para confirmar otras, como en este caso.
Y es que el almidón de maíz se utiliza tanto para tratar algunas afecciones en la piel, como también como producto de belleza y rejuvenecimiento. Esto se debe a que cuenta con propiedades antiinflamatorias, pero también puede servir para eliminar granos y acné.
De acuerdo con una investigación que se dio a conocer en el Journal of Cosmetic Dermatology, se comprobó que el almidón de maíz resultó ser uno de los productos más efectivos para reducir y absorber la grasa cutánea.
La maicena posee además propiedades antiinflamatorias, por lo que se utiliza para calmar y sanar las lesiones del acné, así como a reducir el enrojecimiento y la irritación asociados con la piel grasa.
También fuera de la cocina
También se lo usa como el talco, ya que ayuda a reducir la humedad. Al mismo tiempo, puede tener un efecto suavizante en la piel. Todo esto contribuye no solo a reducir la irritación, sino que además deja la piel más suave y con menos grasa, evitando la formación de espinillas y acné.
Ayuda a reducir la humedad.
Por supuesto, en el caso de la piel grasa y otros trastornos de la piel, además de emplear el almidón de maíz, se recomienda lavarse el rostro al menos dos veces y realizar una dieta reducida en grasa. En casos más complicados, lo mejor será consultar de forma directa con un dermatólogo.
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