En un mundo donde la sostenibilidad y la salud son cada vez más prioritarios, las cáscaras de frutas y verduras han comenzado a recibir la atención que merecen. Estos subproductos, que a menudo se descartan, están repletos de nutrientes esenciales y compuestos bioactivos que pueden contribuir significativamente a nuestra salud.
Estudios recientes han demostrado que las cáscaras de frutas como manzanas, peras y plátanos están cargadas de fibra, antioxidantes y vitaminas. Según un artículo publicado en "El país", las cáscaras de estos alimentos no solo ayudan a la digestión, sino que también pueden reducir el riesgo de problemas de salud crónicos, gracias a su alto contenido en polifenoles y flavonoides.
Las cáscaras de frutas como manzanas, peras y plátanos están cargadas de fibra.
Las verduras, por su parte, también ofrecen un potencial nutritivo que no debemos subestimar. Las cáscaras de las zanahorias, por ejemplo, contienen una mayor concentración de betacaroteno, un precursor de la vitamina A que contribuye a la salud ocular y al fortalecimiento del sistema inmunológico. En sintonía con esta información, un estudio de la Universidad de Harvard resalta la importancia de incluir estas partes a menudo desechadas de los alimentos en nuestra dieta diaria.
Sin embargo, es fundamental asegurarse de que las frutas y verduras se laven adecuadamente antes de consumirlas, ya que pueden contener residuos de pesticidas. Así, podemos aprovechar todas sus propiedades sin comprometer nuestra salud.
Más que un beneficio a la salud
Adoptar el hábito de consumir cáscaras puede ser un paso hacia una alimentación más consciente y sostenible. No solo beneficiamos nuestro organismo, sino que también contribuimos a la reducción del desperdicio alimentario.
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