La jardinería tiene muchos trucos que permiten hacer de esta actividad algo mucho más sencillo. En esta oportunidad, te contaremos sobre una forma de proteger tus plantas, brindarles fuerza y, además, controlar las plagas con un elemento que suele convertirse en deshecho en tu hogar.
Hablamos de la cáscara de cebolla, un elemento que sueles tirar luego de cocinar. Sin embargo, muy pocos sabían que puede ser un aliado a la hora de brindarle fuerza a tus plantas y protegerlas de las plagas. Su utilidad se debe a las grandes propiedades que tiene, las cuales son ultra útiles para tu jardín.
Según los especialistas, estos residuos vegetales tienen compuestos sulfurados que actúan como repelentes naturales contra diversas plagas, como hormigas, pulgones y otras especies que pueden amenazar la salud de los cultivos.
Actúan como repelentes naturales contra diversas plagas.
Lo mejor de este truco es que podrás proteger tus plantas y el jardín en general sin tener que recurrir a productos químicos, que a la larga pueden ser muy dañinos. Para utilizarla las cáscaras de la cebolla, tendremos que hacer una mezcla, la cual es muy sencilla.
¿Cómo hacer y aplicar esta fórmula?
El primer paso para hacer esta fórmula es licuar un par de cáscaras de cebolla en un litro de agua, obteniendo una mezcla rica en compuestos beneficiosos para las plantas. Luego, habrá que filtrar para eliminar residuos sólidos y quedará listo para ser utilizado. Solo hay que rociarlo sobre las hojas y tallos afectados por plagas una vez por semana para notar los resultados.
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