Jordi Castell, desde el espacio "Dale color", recordó importantes tramos de su juventud, señalando que fue víctima de bullying debido a su orientación. La escuela, dejó entrever, no fue sencilla de atravesar.
Pese a los señalamientos que solía recibir, Jordi Castell siempre supo mantener erguida su cabeza, y la moda lo ayudó a encontrar su propia voz en una sociedad a veces demasiado pacata. "Siempre fui muy raro", afirmó el mediático de entrada.
Asimismo, destacó haber podido sobrellevar las críticas por su forma de ser: "Agradezco al universo por haber podido aguantar todo el bullying que me hicieron por mi orientación". En ese sentido, el famoso señaló: "Me gritaban cosas horribles, pero nunca me afectó".
"Me gritaban cosas horribles, pero nunca me afectó".
"Hoy lo veo como una fortaleza. Me importaba mucho más cómo me veía", se sinceró Jordi Castell, remarcando la importancia que tuvo la moda, sobre todo punk, en su imagen única y extravagante cuando era adolescente.
"Me acuerdo que cuando cumplí 15 años, mi mamá me permitió hacer una fiesta y yo agarré un cloro, manché todos los blue jeans, los tijereteé, les puse una cadena y me pinté con tempera unos mechones azules, porque quería vestirme punky para mi fiesta de 15, en dictadura en el año ‘81", subrayó el popular Jordi Castell, insistiendo que dicho look fue muy criticado. No obstante, supo hacer oídos sordos.
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