El huevo frito es un plato de manual en la cocina casera, que por lo general no falla ya que encanta a niños y grandes por igual. Sin embargo, muchos nutricionistas y médicos lo desaconsejan por el riesgo que implica el colesterol para la salud y las arterias.
A su vez, el huevo posee una gran cantidad de nutrientes, convirtiéndolo en uno de los alimentos más completos que puede haber. El riesgo en realidad, está en freírlo en aceite ya que de ese modo queda más “pesado” y muchos temen a las consecuencias que pueda traer, aunque claro es también la variante más deliciosa.
Mojar el pan en la yema líquida de un huevo frito es uno de los mayores privilegios a la hora de comer, y sin duda un recuerdo sensitivo de la infancia que perdurará para siempre. Con el pasar de los años, muchos dejaron de experimentar esto para cuidarse la salud, pero lo cierto es que ambas cosas pueden convivir con tranquilidad sin temor al colesterol.
Y es que existe un huevo frito que se puede preparar sin aceite. Es un secreto que muchas abuelas ya conocen, y a veces lo preparan de este modo para los niños, ya que es más saludable pero también mucho más económico y seguro, ya que se reducen los riesgos de quemadura por aceite.
Más saludable
Para esto se utilizará una sartén antiadherente y se reemplazará el aceite por un poco de agua. Se debe calentar el recipiente a fuego medio e incorporar luego unas cucharadas de agua. Cuando el líquido adquiere temperatura, se le coloca el huevo crudo encima para cocinar como un huevo frito tradicional.
Unas cucharadas de agua.
Luego, se cubre la sartén con una tapa de olla, esto ayudará a que el huevo se cocine correctamente. En este caso, lo recomendable es utilizar una tapa transparente para poder ver cuando esté listo. Por último, se retira del fuego y se sazona con un poco de sal y pimienta, o también orégano.
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