El café es una de las bebidas favoritas, pero también uno de los líquidos más temidos cuando se trata de manchas. Basta un descuido para que una taza derramada arruine una prenda, un mantel o una superficie. Afortunadamente, existen métodos caseros que sí funcionan y pueden ayudar a eliminar por completo estas manchas.
Cuando el café cae sobre la tela, lo ideal es actuar de inmediato. Cuanto más rápido se actúe, más fácil será evitar que el líquido se adhiera a las fibras del tejido. Si en casa, lo mejor es enjuagar la zona afectada con agua fría desde el reverso, para empujar el café hacia afuera en lugar de fijarlo más al tejido. Si lo contrario, se recomienda secar la zona con papel absorbente, sin frotar.
En el caso de que la mancha de café ya esté seca, uno de los métodos más eficaces para ropa y manteles es mezclar unas gotas de jabón líquido neutro con agua tibia y aplicar con un paño suave o un cepillo de dientes viejo.
Si la marca de café persiste, se puede aplicar un poco de agua oxigenada diluida, especialmente sobre tejidos blancos o claros, y dejar actuar unos minutos antes del lavado habitual.
"Si la marca de café persiste, se puede aplicar un poco de agua oxigenada diluida".
Harina de maíz y jugo de limón
Para las manchas de café en superficies duras como mesas, mesadas o cerámica, se puede preparar una pasta suave con harina de maíz y jugo de limón, aplicarla sobre la mancha y dejar actuar algunos minutos antes de frotar con una esponja suave. Este truco ayuda a levantar la mancha sin dañar el material ya devolverle su brillo natural.
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