El American Film Institute (AFI) actualizó su influyente lista de las 100 mejores películas estadounidenses de todos los tiempos. En el primer lugar se mantiene firme Citizen Kane (1941), la gran obra de Orson Welles que marcó un antes y después en la narrativa y la técnica cinematográfica. Su trascendencia continúa siendo referencia obligada para cualquier estudiante de cine.
En el segundo lugar se ubica The Godfather (1972), de Francis Ford Coppola, una pieza esencial del cine moderno. La historia del clan Corleone no solo redefinió el género de las películas de mafia, sino que elevó el estándar dramático de Hollywood gracias a las actuaciones, en especial, del emblemático y siempre recordado Marlon Brando.
Casablanca (1942) ocupa el tercer escalón de la lista con su mezcla de romance, política y música de ensueño. Dirigida por Michael Curtiz, es una de esas películas que resultan inolvidables, convirtiéndose en ícono del cine clásico, con la icónica pareja protagonista formada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.
En el cuarto lugar figura Raging Bull (1980), historia vehemente sobre el boxeador Jake LaMotta dirigida por Martin Scorsese. La profundidad emocional y la entrega física de Robert De Niro transformaron su actuación en una de las más laureadas de todos los tiempos.
En el puesto cinco encontramos otra de las grandes películas del cine clásico norteamericano: Singin’ in the Rain (1952), el musical de Gene Kelly y Stanley Donen que mostró como ningún otro el paso del cine mudo al sonoro. Su memorable número bajo la lluvia se mantiene como uno de los momentos más emblemáticos de la historia del cine.
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