No hay nada más frustrante que ver una mancha de grasa en tu ropa favorita. Pero antes de dar esa prenda por perdida, es importante saber que existen métodos caseros y accesibles que pueden ayudarte a eliminar hasta las manchas más rebeldes, sin dañar los tejidos ni recurrir a productos costosos.
Uno de los secretos más eficaces está en actuar rápidamente. Si la mancha de grasa es reciente, aplicar polvos absorbentes puede marcar la diferencia. Talco, fécula de maíz o incluso sal funcionan como aliados para extraer la grasa de la tela.
Cuando la mancha de grasa ya está más impregnada o no se puede tratar de inmediato, el detergente líquido de ropa se convierte en un gran recurso. Gracias a sus tensioactivos, ayuda a disolver la grasa atrapada en las fibras.
Otro recurso potente que suele tener un lugar en todas las cocinas es el jabón lavavajillas. Diseñado para eliminar grasa de los platos, también funciona muy bien para la mancha de grasa. Su efectividad lo hace ideal para tratar manchas ya secas.
"Su efectividad lo hace ideal para tratar manchas ya secas".
Manchas rebeldes
Para manchas especialmente rebeldes, el alcohol también puede convertirse en un gran aliado. Unas pocas gotas aplicadas directamente sobre la mancha de grasa, seguidas de un remojo con agua tibia y detergente, pueden devolverle la vida a esa prenda que parecía arruinada.
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