Despertarse a mitad de la noche y no poder volver a conciliar el sueño es más común de lo que parece. La ansiedad, el estrés o incluso mirar el reloj pueden empeorar la situación y prolongar el insomnio. Por eso mismo, aplicar algunas técnicas simples puede marcar la diferencia para volver a dormir.
Una de las más efectivas es la que implica inhalar por 4 segundos, retener el aire durante 7 y exhalar lentamente por 8. Repetir este ciclo puede servir para relajar el sistema nervioso. También es útil realizar un escaneo corporal para volver a dormir, relajando cada parte del cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
Los especialistas recomiendan no quedarse en la cama más de 20 minutos si no se logra volver a conciliar el sueño. En ese caso, es mejor levantarse, ir a otro ambiente con poca luz y hacer alguna actividad que no implique un desgaste físico, como leer un libro o simplemente respirar en silencio.
Otro punto de importancia para volver a dormir, claro, radica en evitar el uso de pantallas. La luz azul que emiten los móviles puede inhibir la producción de melatonina, la hormona del sueño. En cambio, repetir una palabra o visualizar una imagen relajante puede ser una buena manera de relajar la mente.
Otras opciones para volver a dormir son mantener una temperatura agradable, reducir los ruidos externos y no dejar que los pensamientos giren en círculos. Todo esto ayudará a tu higiene del sueño. Prueba estas técnicas y te lo agradecerás, ya verás.
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