Fue entre 1810 y 1818 cuando Brasil, bajo la regencia de Juan VI, emitió una celebrada moneda de 960 reales, la cual suele dar mucho de lo que hablar en la escena numismática.
La moneda está confeccionada en plata, pesa casi 27 gramos, su diámetro supera los 40 milímetros, mientras que su grosor es de 2,2 milímetros. El diseño de la pieza es digno de aplausos.
El anverso de esta moneda enseña un clásico escudo portugués coronado, mientras que el reverso del ejemplar enseña la imagen de un globo terráqueo con diferentes detalles que elevan su encanto.
La serie fue acuñada en Río de Janeiro, Minas Gerais, así como en el territorio que actualmente comprende Salvador de Bahía. Se emitieron, por cierto, varios millones de ejemplares de esta moneda.
En 2024, reporta "Numista", un ejemplar de estos se subastó por nada menos que 9.600 dólares. Ese mismo año, otra moneda de estas cambió de manos por la más que interesante suma de 5.280 dólares.