Felipe Vidal fue parte del último episodio del programa “Hay que decirlo”, donde el panel reflexionó sobre el amor, la felicidad y las transformaciones personales. Tras un adelanto de “Mundos opuestos”, el periodista aprovechó la ocasión para abrir su corazón sobre un laso desconocido de su vida.
Felipe Vidal se sinceró sobre cómo vivió sus años de casado, revelando aspectos que afectaron su bienestar emocional. “Cuando yo entendí... porque eso es lo otro, cuando tú quieres estar con alguien, tú tienes que estar bien”, comentó el comunicador.
Felipe Vidal no dudó en calificar su propio comportamiento durante su matrimonio. “Estuve 20 años casado y era más amargo que una empanada de hiel”, confesó el animador y luego añadió: “Era un ogro. Todo el mundo decía ‘qué te pasa, por qué estás tan enojado’... yo igual tengo mi carácter, soy un poquito exagerado, soy bueno para gritar, para llorar”.
"Era más amargo que una empanada de hiel".
Felipe Vidal confesó que no era feliz en ese momento. “Creo yo que uno va girando, mutando en la vida, uno no es siempre el mismo”, expresó al reflexionar sobre su proceso de cambio.
Las señales
Felipe Vidal contó que las señales llegaron desde diferentes áreas de su vida: “Se fueron dando en el trabajo, el matrimonio, con los amigos. Uno se da cuenta de que tienes un problema, que no eres tú básicamente. Efectivamente me reía poco y si hay algo en lo que era bueno, era para reírme”.
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