Si bien la lavadora está diseñada para dejar la ropa impecable, pocos se detienen a pensar que este electrodoméstico también necesita ser limpiado. Con el paso del tiempo, la acumulación de detergente, pelusas, humedad y restos de suciedad puede comprometer su funcionamiento y generar malos olores.
Expertos insisten en que una lavadora sucia no sólo reduce la eficacia del lavado, sino que también puede convertirse en un foco de moho y bacterias. Por eso, realizar una limpieza periódica es clave para garantizar un rendimiento óptimo.
Afortunadamente, existe un método casero y efectivo: la combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Esta mezcla natural tiene potentes propiedades desinfectantes y desodorizantes, que permiten remover residuos, eliminar malos olores y prevenir la acumulación de cal.
La fórmula funciona porque el vinagre actúa como un limpiador ácido que desinfecta y neutraliza olores, mientras que el bicarbonato cumple la función de abrasivo suave que ayuda a despegar la suciedad adherida en las paredes internas del tambor y en los conductos de la lavadora.
"El vinagre actúa como un limpiador ácido que desinfecta y neutraliza olores".
Para el medioambiente
Este truco no sólo es eficaz y económico, sino también respetuoso con el medioambiente. Su uso regular, permite mantener la lavadora como nueva, evitando averías costosas y garantizando que la ropa siga saliendo fresca y limpia.
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