Si bien lavar los alimentos es una práctica común en muchas cocinas, hacerlo con la carne cruda puede ser más peligroso de lo que parece. En el caso de productos como el pollo, la carne vacuna o el cerdo, puede traer serias consecuencias para la salud.
Expertos en salud alimentaria advierten que lavar carne cruda no solo es innecesario, sino también riesgoso. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, esta acción, lejos de proteger, representa un grave error en la cocina.
El motivo es contundente: al lavar carne bajo el grifo, el agua puede esparcir bacterias invisibles, como la Salmonella o el Campylobacter, hacia superficies cercanas, utensilios, manos y otros alimentos. Esta “lluvia” de microbios incrementa significativamente el riesgo de una contaminación cruzada.
La carne cruda puede contener microorganismos que solo pueden eliminarse de manera efectiva mediante el calor. Lavar no los elimina; por el contrario, los propaga. Una cocción completa y a la temperatura adecuada es la única forma segura de destruir estas bacterias.
"La carne cruda puede contener microorganismos que solo pueden eliminarse de manera efectiva mediante el calor".
Prevenir intoxicaciones
La recomendación es no lavar la carne cruda antes de cocinarla. Cambiar este pequeño hábito puede prevenir intoxicaciones alimentarias graves y proteger la salud de toda la familia.
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