Novak Djokovic no logró estar a la altura de las expectativas en la semifinal de Wimbledon, donde fue ampliamente superado por el número uno del mundo, Jannik Sinner. El italiano se impuso con claridad por 6-3, 6-3 y 6-4, dejando al serbio sin opciones en un duelo dominado de principio a fin.
Durante el partido, Novak Djokovic mostró signos de frustración, especialmente al verse superado en todas las facetas del juego. La situación lo afectó emocionalmente, al punto de protagonizar un tenso momento con su equipo técnico, en medio de la desesperación por revertir el resultado.
En el tercer set, cuando Novak Djokovic ganaba 3-1, sufrió un nuevo quiebre que cambió el rumbo del parcial. Tras recibir comentarios desde su box, el serbio reaccionó con evidente enojo y lanzó una frase contundente: “Solo observen y callen, no digan ni una sola palabra”, reflejando su molestia con la actitud de su equipo en ese instante crítico.
“Solo observen y callen, no digan ni una sola palabra”.
Lejos de encontrar respuestas en su tenis, Novak Djokovic no pudo frenar el impulso de Sinner, quien se mantuvo firme y cerró el partido sin titubeos. El italiano aprovechó su momento y se quedó con una victoria contundente que lo deposita en la final del torneo londinense.
La final de Wimbledon
Con esta derrota, Novak Djokovic suma un nuevo revés ante el joven italiano, quien ya lo supera en el historial con seis triunfos frente a cuatro del serbio. Ahora Sinner buscará su primer título en Wimbledon frente a Carlos Alcaraz, en una reedición de la recordada final de Roland Garros.
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