El laurel, más allá de su uso culinario, es considerado un poderoso símbolo de abundancia y protección energética. En el mundo del Feng Shui, esta planta representa una herramienta natural clave para atraer el dinero y abrir caminos hacia nuevas oportunidades económicas.
Según esta filosofía ancestral, el laurel debe colocarse estratégicamente el último día de cada mes. Este gesto tiene como objetivo cerrar ciclos pasados y preparar el terreno energético para el flujo económico futuro.
En esta práctica, el laurel se integra al cuerpo mediante los zapatos: mientras que en el pie izquierdo se introduce una afirmación escrita en papel, en el derecho se inserta una hoja de laurel, creando así un canal de recepción y acción hacia la abundancia.
El ritual que involucra el laurel y el uso consciente del calzado se fundamenta en los principios simbólicos del Feng Shui. El zapato izquierdo, donde se ubica la intención, representa la apertura a recibir energía económica, mientras que el derecho, con la hoja de laurel, canaliza el movimiento hacia esa meta financiera.
"El zapato izquierdo representa la apertura a recibir energía económica".
El entorno
Otro uso común del laurel es su quema como sahumerio, una práctica que busca limpiar el entorno de energías negativas y favorecer la claridad mental. Este acto se considera especialmente útil cuando se está en busca de inspiración, soluciones económicas o incluso para tomar decisiones financieras importantes.
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