El queso es uno de los alimentos más queridos. Sin embargo, recientes investigaciones comenzaron a poner el foco en los posibles efectos que puede tener este alimento en la calidad del sueño, especialmente si se consume antes de ir a la cama.
El estudio fue llevado a cabo por investigadores de la “MacEwan University”, la “University of British Columbia” y la “Université de Montréal”, quienes se interesaron en cómo ciertos alimentos, como el queso, podrían influir en la aparición de pesadillas.
Los resultados fueron reveladores: las personas con intolerancia a la lactosa, una condición asociada al consumo de productos derivados de la leche como el queso, reportaron con más frecuencia sueños perturbadores y una peor calidad del descanso nocturno.
"Las personas con intolerancia a la lactosa reportaron con más frecuencia sueños perturbadores".
Según explicó el Dr. Tore Nielsen, autor principal de la investigación publicada en “Frontiers in Psychology”, las molestias gastrointestinales que puede provocar el queso en quienes no lo digieren bien, como gases o dolor estomacal, podrían ser suficientes para interrumpir el sueño y desencadenar pesadillas.
Sueños vívidos y angustiantes
El queso también apareció como protagonista en las encuestas realizadas por los científicos, quienes preguntaron a más de 1.000 estudiantes universitarios sobre el vínculo entre la comida y su descanso.
Un número considerable señaló que alimentos como el queso, junto con dulces o comidas picantes, generaban efectos negativos en sus noches, desde interrupciones del sueño hasta sueños vívidos y angustiantes.
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