Las ventanas se vuelven protagonistas en los días fríos y lluviosos. Cuando la calefacción comienza a funcionar para contrarrestar las bajas temperaturas, suelen llenarse de vapor, empañándose con rapidez.
Una de las formas más sencillas y eficaces de mantener las ventanas libres de empañamiento es ventilar la casa cada día. Bastan diez minutos con las ventanas abiertas para renovar el aire interior, equilibrar la temperatura y disminuir la concentración de vapor.
La tecnología también puede jugar a favor cuando se trata de mantener las ventanas despejadas. Los deshumidificadores, por ejemplo, son grandes aliados para controlar la humedad ambiental.
"Los deshumidificadores son grandes aliados para controlar la humedad ambiental".
Otro recurso interesante para cuidar las ventanas es la pintura anticondensación. Este producto contiene microesferas de vidrio que ayudan a mantener las superficies más cálidas, evitando que se forme condensación en las paredes y, por supuesto, cerca de las ventanas.
La temperatura interna
Otro factor importante para que las ventanas no se empañen es el control de la temperatura interna. Si el interior está demasiado caliente en comparación con el exterior, la diferencia térmica será más brusca y se puede generar más condensación.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!