Si bien una casa puede parecer limpia a simple vista, los malos olores pueden arruinar por completo la sensación de frescura y orden. Por lo general, este problema no está vinculado directamente a la limpieza, sino con ciertos elementos del hogar que pasan desapercibidos.
Así lo explica Raquel García, experta en limpieza doméstica, quien asegura que los tejidos son los grandes responsables de la mayoría de los aromas desagradables en el ambiente. Los malos olores se vuelven más persistentes debido a la acumulación de humedad y calor en textiles como sábanas, toallas y cortinas.
Estos materiales, al estar en contacto constante con el cuerpo y el aire del entorno, se convierten en el escenario perfecto para que la suciedad y los microorganismos proliferen, influyendo en la aparición de malos olores.
Raquel García sostiene que aproximadamente el 50 por ciento de los malos olores en el hogar provienen de la falta de mantenimiento adecuado en los tejidos. Uno de los errores más comunes, según la experta, es no cambiar con la frecuencia necesaria las sábanas de la cama.
Las toallas y cortinas
Las toallas, por su parte, representan otra gran fuente de malos olores si no se renuevan regularmente. Su constante exposición a la humedad y a bacterias propias del baño hace que se conviertan en un foco invisible de olores desagradables.
Las cortinas también influyen en la propagación de malos olores. Al estar expuestas tanto al interior como al exterior de la vivienda, atrapan polvo, humo, insectos y una gran cantidad de partículas que, al moverlas o ventilar, se dispersan por todos los rincones del hogar.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!