En medio de los contagios de COVID que se viven en Austria, el canciller de ese país Alexander Schallenberg anunció este viernes que espera obtener el domingo la aprobación del Parlamento para un confinamiento de todas las personas que no se hayan vacunado contra el virus en la región.
"El objetivo es claro. El domingo queremos dar el visto bueno a un confinamiento nacional para los no vacunados", expresó el funcionario político en una rueda de prensa. Aunque no dio detalles sobre cuándo entraría el vigor la medida que plantea, sí aprovechó su discurso para calificar de "vergonzoso" el bajo nivel de vacunación contra el COVID en Austria.
De acuerdo a los últimos informes, cerca del 64% de los austríacos están inmunizados por completo, un porcentaje inferior a la media de la Unión Europea que establece un 67%. La organización Our World in Data señala que la tasa de vacunación contra el COVID en Austria es símbolo del fracaso si se compara con los países cercanos.
A raíz de esto, y defendiendo su medida, Schallenberg planteó: "La mayoría de la población que se ha protegido, que se ha vacunado, no debe ser la que tenga que ir a un confinamiento ahora para proteger a la minoría que no se ha protegido". Anteriormente, había dicho que las fiestas de fin de año serán "incómodas" para los no vacunados.
De vuelta al encierro
Los estados de Alta Austria y Salzburgo comenzaron a aplicar confinamientos desde el lunes 8 de noviembre ya que tienen las peores cifras de contagios por COVID.
Mientras tanto, el ministro de Salud, Wolfgang Mueckstein, anunció este viernes que decretará la vacunación obligatoria contra el COVID para los trabajadores del sector sanitario.