Durante la jornada del sábado, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha recibido un nuevo revés luego de que trascendiera que el secretario de Estado, David Frost, quien fuera el negociador del Brexit, ha decidido abandonar al Gobierno británico por razones reveladas por el propio funcionario.
Sobre esto, el ahora exfuncionario de la administración de Boris Johnson, explicó en un texto publicado en sus redes sociales que su dimisión, "de efecto inmediato", está vinculada a una preocupación que ha tenido y tiene por el "rumbo actual" que está tomando el ejecutivo británico.
Este rumbo al cual hace referencia David Frost tiene que ver con las decisiones que ha adoptado recientemente Boris Johnson en materia sanitaria, por ejemplo con las nuevas restricciones impuestas para intentar frenar el avance del COVID y su nueva variante, Ómicron, con el uso de mascarillas de manera obligatoria en transportes públicos y comercios, y con la implementación del pase sanitario.
Fuente: (Twitter de David Frost).
Un liderazgo en la cuerda floja
Esta renuncia del ahora exsecretario de Estado se dio sobre el final de una semana más que complicada para Boris Johnson, tras la rebelión de cien parlamentarios de su partido, quienes se opusieron a las nuevas restricciones contra la pandemia impuestas por el premier, y luego de perder un escaño en unas elecciones locales.
Es por eso que después de estos episodios, más el escándalo que se desató cuando se supo que se celebró una fiesta en la Navidad de 2020 en la sede del Gobierno, el liderazgo de Boris Johnson ha quedado más que cuestionado por miembros de su partido, quienes abrieron especulaciones sobre una posible aspiración de David Frost al cargo del actual premier.