Una total debacle. Esto fue lo que ocasionó la erupción del volcán Semeru, al este de la isla de Java en Indonesia. De acuerdo al último reporte ofrecido por Abdul Muhari, portavoz de la Agencia Nacional de Desastres (BNPB), más de 3.500 habitantes tuvieron que ser evacuados de la zona afectada por la actividad volcánica y al menos 34 personas dejaron la vida .
La erupción del volcán Semeru en Indonesia ocurrió el sábado 4 de diciembre y llegó a más de diez localidades. En las cifras proporcionadas, también se declararon 17 desaparecidos y 56 lesionados, mayormente con quemaduras.
El terrible hecho natural afectó a casas y edificios, incluidas 38 escuelas, según datos provisionales del Centro de Asistencia Humanitaria para la gestión de desastres (AHA Centre) de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Actualmente, las cosas están complicadas en la localidad de Indonesia que se vio devastada por la erupción volcánica. Las tareas de rescate se vieron dificultadas por las condiciones meteorológicas que azotaron la región y las bolsas de aire caliente que siguen emanando del Semeru, de 3.676 metros de altura.
Tristeza y compromiso
La erupción del volcán Semeru arrojó una enorme columna de cenizas y desencadenó ríos de lava ardiente que inundaron las aldeas a sus pies. Calles enteras se llenaron de ceniza gris y lodo, cubriendo camiones y casas hasta el techo.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, prometió que el Gobierno ayudará a aquellas personas que no puedan volver a casa debido al riesgo de erupción.