Sydney, la ciudad más grande y más poblada de Australia, entrará en cuarentena estricta por dos semanas a partir de las 23.59 del domingo. Esta medida se tomó tras detectarse un brote de COVID-19 vinculado a la variante delta. En un principio, esta medida se dispuso en cuatro distritos de la metrópolis, pero un decreto amplió el aislamiento a todo el territorio. Esto afectará cerca de 5 millones de habitantes y se extenderá hasta el 9 de julio.
La rápida propagación de la variante delta preocupó a las autoridades sanitarias del país. La alarma se encendió luego de que se confirmara que la tripulación de un vuelo internacional se infectó con esta mutación. Se trata de más de 80 casos que llegaron a ese país con la variante delta de COVID-19, los cuales fueron trasladados en taxi a un hotel para realizar una correcta cuarentena.
Mientras tanto, la población deberá permanecer en su casa durante los días en los que se prolongue la medida. Solo se permitirá salir para realizar actividades como comprar alimentos, asistencia médica, asistir a la escuela o ir a trabajar. Entre las restricciones, se destaca la prohibición de eventos sociales (como las bodas) y se estipula que para los funerales se exigirá un límite de 100 personas, una por cada metro cuadrado. En todos los casos, las mascarillas serán obligatorias.
El primer ministro, Scott Morrison, afirmó que el cierre de la región es una "decisión necesaria". Si bien trataron de impedirlo, "al final es lo que hace falta para combatir este brote". En la siguiente imagen se puede ver el mapa de la variante delta en Australia.
Burbuja aérea más segura
Entre Australia y Nueva Zelanda se mantuvo una “burbuja aérea” que le permitió a los dos países operar sin inconvenientes. La aparición de nuevos casos y la rápida propagación de la variante delta de COVID-19 provocaron la suspensión de los vuelos entre estos países sin necesidad de cuarentena por tres días.
Según el ministro neozelandés responsable de las medidas contra el COVID-19, Chris Hipkins, esta disposición dará tiempo para "tornar a esta burbuja más segura, como, por ejemplo, la necesidad de test de diagnóstico antes de la salida de los vuelos binacionales".
Golpe a la economía
Australia se mostró ante el mundo como uno de los pocos países más eficaces en la lucha contra el COVID-19, aun así no es ajena a la situación económica que generan las medidas de confinamiento. Según se cree, esta cuarentena de dos semanas podría provocar un golpe de 310 millones de dólares.
Ante esta situación, Dominic Perrottet, tesorero del estado australiano, propuso que los trabajadores que estén afectados por las disposiciones tomadas en la ciudad de Sidney accedan a un pago semanal temporal de A$500 o a A$325. Esto si es que trabajaron más de 20 horas en la semana anterior al cierre o si lo hicieron por menos horas, respectivamente.