A pesar de la difícil situación que atraviesa la industria del turismo a nivel internacional, hasta el momento más de 200 países mantienen sus fronteras cerradas de forma total o parcial a los visitantes del exterior, ya sea por temor a nuevos rebrotes del COVID-19 o bien para evitar la propagación de la variante Delta, su más nueva y mortífera versión.
Mientras tanto, apenas 5 naciones reciben con total libertad (o con restricciones mínimas) a visitantes de todo el mundo, según detalla un estudio desarrollado por la Organización Mundial del Turismo (OMT).
En referencia a Chile, el informe de este organismo dependiente de la ONU ubica al país entre los de menores requisitos, porque solo mantendrá cerradas sus fronteras hasta finales de junio. Casi en un mismo escalón aparecen México (donde no existen restricciones al turismo); Brasil (solo se exige un PCR negativo con vigencia de 72 horas); y Bolivia (PCR realizado 168 horas antes del arribo).
En el otro extremo, la OMT señala que 101 países mantienen sus fronteras completamente cerradas a los extranjeros y solo permiten el ingreso de sus ciudadanos, mientras que otros 113 imponen requisitos como contar con el plan completo de vacunación contra el COVID-19, más un examen de PCR negativo y el cumplimiento de una cuarentena estricta en el país.
Si bien existen diferencias entre las medidas implementadas por cada uno de ellos, entre los países con mayores restricciones aparecen España, Nueva Zelanda, Israel, y Alemania; y entre los que cerraron sus fronteras por completo o bien impusieron todas las leyes necesarias como para desalentar al turismo aparecen China, Uruguay, Argentina, Bélgica, el Reino Unido, Australia y Portugal.
Estadísticas
Por otra parte, la OMT informó que durante los primeros tres meses del año la industria del turismo experimentó una reducción en el número de viajeros del 83%, en comparación al mismo lapso del año pasado. Dicho guarismo equivale a unos 180 millones de turistas internacionales.