Cuando el mundo se vio golpeado por la pandemia causada por el COVID-19, muchos países comenzaron a señalar al primer lugar de contagio como el principal culpable. Desde entonces, la ciudad china de Wuhan genera toda clase de dudas y sospechas con lo que respecta al inicio del mortal virus.
A partir de esto, Derrick Rossi, el biólogo canadiense y creador del laboratorio Moderna, se sumó a aquellos que ven a uno de los laboratorio de Wuhan como culpable de la pandemia. “Es un hecho que un laboratorio de la ciudad trabajaba con el COVID-19 y yo estoy convencido de que salió de allí, que se les escapó”, dijo Rossi a los medios. "China lo niega, claro, pero es la explicación que veo más lógica", agregó.
Sin embargo, el científico que recibió el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica gracias a la creación de la vacuna Moderna aclaró que no cree que haya sido a propósito. Derrick Rossi cree que “simplemente estaban estudiándolo y hubo un accidente”. Su teoría se basa en que el virus de los murciélagos es muy diferente al COVID-19 y no cree posible que la evolución se haya dado naturalmente.
El relato de una científica de Wuhan
Por otro lado, Danielle Anderson, científica australiana que trabajó en el referido laboratorio de Wuhan semanas antes de que comenzaran los casos por COVID-19, aseguró que “no había nada extraño en ese momento que te hiciera pensar que algo estaba sucediendo”.
Anderson es una experta en lo que refiere a virus transmitidos por murciélagos y comenzó a colaborar en el laboratorio chino desde el 2016. El equipo de científicos de Wuhan se encontraba realizando una investigación sobre la familia exacta del COVID-19, el cual se esparció por todo el mundo.
A pesar de que la australiana asegura que no había nada raro en el laboratorio antes de que comenzaran a registrarse los casos, comentó que “podría prever cómo podrían suceder las cosas". "No soy lo suficientemente ingenua como para decir que descarto absolutamente esto”, acotó.
Tras el relato de la científica que se desempeña actualmente en el Instituto Peter Doherty para Infecciones e Inmunidad de Melbourne, las dudas de Derrick Rossi no parecerían tan irreverentes. Esto último dado a que el virus no parecería haber evolucionado naturalmente y con la seguridad de que en Wuhan casualmente se estudiaba el mismo virus que causó una pandemia.