El presidente de Francia, Emmanuel Macron, salió al cruce de los franceses que no desean vacunarse contra el COVID-19. Sus palabras se dan en el marco de las multitudinarias marchas contra el plan de inoculación y las restricciones por la pandemia.
Macron decidió hacer una dura advertencia a quienes no solo no quieren vacunarse, sino que están en contra de las medidas sanitarias dispuestas. Aseveró que “esta vez se quedaran en casa ustedes, no nosotros”.
Además, el mandatario francés aseguró que las medidas serán mucho más restrictivas para aquellas personas que no reciban la vacuna por estar en oposición al fármaco.
"Yo me encuentro a favor de la línea francesa ahora mismo. No tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la adolescencia de mis hijas, así como su derecho a estudiar adecuadamente, por quienes se niegan a vacunarse”, dijo Macron.
El jefe de Estado enfatizó en la idea de que los no vacunados se quedarán en casa y con este mensaje dejó claro que si el deseo de los franceses es tener vida pública, deberán recibir la vacuna contra el COVID-19.
Además, llamó a vacunarse a quienes se desempeñan laboralmente con personas dependientes o que trabajan en residencias de ancianos. Este grupo de personas deben hacerse con las dos dosis antes del 15 de septiembre.
Afirmó que en caso de no contar con las dos dosis, quienes trabajan con personas mayores o con personas con discapacidad, tendrán multas y sanciones.
Luego del anuncio del presidente, cerca de un millón de franceses asistieron, turno en mano, para vacunarse en los centros dispuestos para tal fin. Alrededor de 19.000 personas protestaron contra la medida y la exigencia de la vacunación.
Francia ya ha inoculado con la primera dosis a 35,5 millones de personas y, 27 millones ya han completado el esquema.