Luego de que el primer ministro británico, Boris Johnson, anunciara el “Día de libertad” y de que la población comenzara a disfrutar el fin de muchas restricciones sanitarias vinculadas con la pandemia por COVID-19, el Departamento de Educación de Inglaterra lanzó una estadística que muestra que más de un millón de niños dejó de asistir a clases debido al virus.
Este dato deja en evidencia que el número de estudiantes que están fuera de las instituciones educativas a causa del COVID-19 en este país se encuentra en su tasa más alta desde que las escuelas reabrieron sus puertas en marzo.
Se trata de alrededor de 14,3% de alumnos de las escuelas financiadas por el Estado que estuvieron ausentes en las clases. Este dato en relación a la última semana escolar.
En números, representa un total de 105 millones de estudiantes sin pisar las escuelas del país. Estas cifras significan un récord desde que la educación retornó a las aulas en medio de la pandemia de COVID-19.
Lo alarmante de la estadística es que si se compara con datos de meses anteriores, la ausencia a clases del 15 de julio es superior a los demás. El 1 de julio fue de 8,5% y el del 8 de julio, de 11,2%.
Del total de las últimas cifras, 105 millones, 773.700 se autoaislaron por haber estado en contacto directo en el interior del recinto con una persona cuyo test dio positivo.
Mientas que 160,300 estudiantes lo hicieron luego de entrar en contacto con un caso de COVID-19 fuera de los establecimientos educativos.
Por su parte, Gavin Williamson, secretario de Educación inglés, puso en práctica el término "burbujas escolares" en todos los establecimientos. Además, decretó cuarentenas solo para aquellos alumnos que den positivo a COVID-19. A partir de 16 de agosto los alumnos no tendrán que aislarse si son contacto estrecho de algún caso positivo.