“Los trabajadores se sienten menos estresados”. Así lo aseguró Katrin Jakobsdottir, la primera ministra de Islandia. La política de reducir la semana laboral a cuatro días fue respaldada por los investigadores quienes, a tono con la ministra, aseguraron que es un “rotundo éxito”.
Entre 2015 y 2019 el país isleño propuso este proyecto. Alrededor de 2500 trabajadores participaron de un experimento realizado por Autonomy, que tuvo como resultado un balance excelente de la medida. Además, fue ponderado como "excelente”. Cabe destacar que la población económicamente activa del país representa un 1% del total.
Según este estudio, la productividad y la prestación de servicios se mantuvieron iguales. Incluso, se evidenció una gran mejoría en la mayoría de los lugares.
Esta experiencia satisfactoria ya está generando cambios en los patrones de trabajo en el pequeño país europeo.
El experimento consistió, básicamente, en pagarle lo mismo a los trabajadores, pero por cumplir menos horas de labor. La prueba piloto se realizó en el Ayuntamiento, ubicado en Reykjavik, donde se encuentra la población activa del país.
“Los trabajadores pasaron de estar 40 horas a la semana a unas 35 o 36”, dijeron los investigadores del laboratorio de ideas británico Autonomy y de la Asociación Islandesa por una Democracia Sostenible (Alda).
El resultado
El personal de Ayuntamiento aseguró sentirse menos estresado y con menos riesgos de sufrir el síndrome de agotamiento.
Además, aseguraron que pudieron hacer un balance positivo entre su vida privada y la laboral.
Por su parte, Will Stronge, director de investigación de Autonomy, señaló que "este estudio muestra que el mayor experimento del mundo de reducción de la jornada laboral en el sector público fue, de acuerdo a todos los parámetros, un rotundo éxito".
Gudmundur D. Haraldsson, investigador en Alda, dijo que "la reducción de semana islandesa nos dice que no solo es posible trabajar menos en estos tiempos, sino que también lo es el cambio progresivo".
Después de estos resultados, los sindicatos comenzaron a negociar nuevos patrones de trabajo. En la actualidad, el 86% de la fuerza laboral islandesa trabaja menos horas.
Asimismo, España y Nueva Zelanda están pisando el mismo camino que la isla, sin tener, por el momento, resultados de la índole de Islandia.