Después de que los controladores perdieran el contacto con un avión que trasladaba a 28 pasajeros, se dio a conocer que la nave se estrelló en el extremo oriente de Rusia.
Se trata de un Antonov An-26 que volaba de Petropavlovsk-Kamchatsky a Palana, en la Península de Kamchatka.
Mientras se aprestaba a aterrizar, se efectúo una comunicación programada, pero después de eso no se supo más nada del avión. Debía aterrizar a las 15.50 (hora local), pero fue imposible restablecer la comunicación con la nave.
Luego, la agencia aérea rusa, Rossaviatsia, informó que se encontraron los restos de la aeronave a cuatro kilómetros del aeropuerto en el que debería haber aterrizado. Según fuentes de los servicios de emergencia, citadas por la agencia RIA Nóvosti, ninguno de los ocupantes sobrevivió.
Los rescatistas ya trabajan en la zona del accidente. Pese a que la operación comenzó, afirmaron que “es difícil” debido a la geografía de la zona.
Los especialistas trabajan en el lugar de impacto “con equipos especiales, un vehículo todoterreno con 26 socorristas", según se informó. Los restos hallados aparecieron a cuatro o cinco kilómetros del aeropuerto de Palana, en la costa del mar de Ojotsk.
Según la Agencia Nacional de Transporte Aéreo (Rosaviatsia), encargada de brindar información de la tragedia, una parte del fuselaje se encuentra en tierra, mientras que "la segunda parte fue localizada en el mar, a unos cuatro kilómetros de la costa".
Los motivos del siniestro se desconocen. Se cree que la causa podría ser a raíz de las malas condiciones meteorológicas con niebla y cielo nublado. Las autoridades ya abrieron una investigación penal por presuntas violaciones de la seguridad aérea.