Desde que en el año 2019 el mundo se enterara de que una pandemia estaba siendo protagonista en la ciudad china de Wuhan, ni los más escépticos creían que en el 2021 seguiríamos pensando en nuevas variantes y en nuevos brotes de casos de COVID. Ese es el caso de la Variante Delta que desde su surgimiento causa temor en todos los países de la región.
América del Sur no es la excepción y es que desde que en el mes de junio, los primeros casos confirmados de la Variante Delta causaron el temor de los jefes de Estados. Ya que las economías que comenzaban a querer normalizarse con las campañas de vacunación tuvieron que tener una revisión.
De hecho, países como el Reino Unido, Israel y el mismo Chile trabajan ya en su campaña de tercera dosis en la vacunación como refuerzo ante la inminente propagación de la variante Delta, más contagiosa, pero según los especialistas no más mortal que las que ya conocemos.
Sin embargo, lo que llama la atención es que pese a que los primeros casos se dieron en el mes de junio, en los países aún se mantiene el número de contagios. De hecho, en esta misma nota que desde Periodismo Chileno realizamos, contamos que el número de contagios en el país era de 128 pacientes.
Los números de la variante Delta quedan compuestos según un estudio de OurWorldinData, por Oceanía, donde la delta representa el 96% de las infecciones, seguida por Europa (93%), África (80%). En tanto para América del Norte (71%), Asia (68%) y, finalmente, América del sur (29%), esto mostraría la clara baja que tiene el continente en relación con la cepa que predomina en la región.
Otro de los puntos que se tratan de certificar es la implicancia de las vacunas como factores reales para creer que por ello la variante no avanza en el país. Y lo que pudo comprobarse es que en países que tienen mayor población vacunada hay un comportamiento similar con otros que aún no tienen a toda su población con dos dosis.
Entre los primeros del mundo en alcance de la vacunación, se encuentran Chile (67% de adultos inoculados con dos dosis) y Uruguay (68%) mientras que con números significativamente menores, se encuentran países como la Argentina (21%), Perú (20%), Bolivia (16%) o incluso Paraguay (4%).
La comunidad científica cree que esto se debe a la carencia de un mapeo en tiempo real, al igual que ocurrió con los testeos masivos. Esto impediría que pueda hacerse un seguimiento minucioso de los casos. Por el momento se sigue de cerca su evolución, pero sigue habiendo más dudas que certezas.