Tal y como se comenzó a hacer a partir del 11 de agosto en Chile, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció durante la jornada de este jueves que tanto él y su esposa Jill recibirán una tercera dosis de la vacuna contra el COVID.
En ese sentido, Joe Biden además defendió la idea de que en los Estados Unidos se comience a inocular con una tercera dosis de refuerzo a personas que ya han sido inmunizadas contra el COVID, una idea que es criticada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, el mismo Joe Biden anunció durante una entrevista que concedió al canal ABC News que, en concordancia con el plan anunciado ayer, se va a efectuar una nueva inoculación con el argumento de que el efecto de las vacunas disminuye con el tiempo, teniendo en cuenta además el avance de la variante Delta.
“Vamos a recibir las dosis de refuerzo”, anunció el mandatario norteamericano, añadiendo además que “ya es hora” para comenzar a aplicar la nueva inoculación haciendo hincapié en su caso personal y en el de su esposa, quienes recibieron la primera dosis a principios de este año.
Además, desde el gobierno estadounidense ya se anunció que la vacuna de refuerzo estará disponible a partir del 20 de septiembre para todos los ciudadanos norteamericanos que ya fueron inoculados con fármacos de Moderna y Pfizer, y que recibieron la segunda dosis hace por lo menos ocho meses, haciendo foco en los trabajadores sanitarios.
El anuncio de esta medida va en contra con lo recomendado por la OMS, debido a que la entidad había exhortado a los países más ricos del mundo a que donen las dosis de sus vacunas a regiones más atrasadas en sus campañas de vacunación en vez de utilizarlas como dosis de refuerzo, como hará Estados Unidos.
Ante esta posición, Joe Biden argumentó que Estados Unidos fue el país que más vacunas donó. "Hemos donado más al resto del mundo que el resto del mundo junto", afirmó el mandatario norteamericano, quien además añadió que su país prevé donar 500 millones de dosis para mediados de 2022