La NASA cumplió lo prometido. El miércoles, desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en Florida, la agencia espacial de Estados Unidos lanzó su nuevo megacohete lunar SLS y la nave espacial Orion sin tripulantes, como parte del programa Artemis I que durará seis semanas.
El objetivo de la NASA es poner a prueba las capacidades del cohete SLS y de la nave Orión antes de un viaje tripulado previsto, en principio, para 2024. La intención con este lanzamiento es poder devolver a los humanos a la luna por primera vez en medio siglo.
¡Una prueba!
Previo al viaje tripulado, la NASA se abocó a probar el cohete y la nave espacial, así como todos sus subsistemas, para garantizar que sean lo suficientemente seguros para que los astronautas vuelen a la luna y regresen.
El cohete SLS de la NASA tiene una altura superior a un edificio de 30 plantas y ha costado unos 4 mil millones de dólares. El lanzamiento se vio retrasado cuatro veces, dos por razones técnicas y otras dos por causas meteorológicas.
El cohete SLS ha costado unos 4 mil millones de dólares.
Según los informes, este vuelo de prueba no tripulado, que ocurre cincuenta años después de la última misión Apolo, sobrevolará la Luna sin aterrizar en su superficie, busca confirmar si el vehículo es seguro para una futura tripulación.