California, con más de 39 millones de habitantes, podría revivir una de sus más grandes pesadillas históricas. Un nuevo estudio científico de Science Advances establece que el calentamiento global ha duplicado la probabilidad de que las condiciones meteorológicas causen estragos en dicho departamento de Estados Unidos, luego de la gran inundación de 1862.
Hace 160 años, 30 días consecutivos de lluvia causaron una inundación monstruosa en gran parte de California y cambió el curso del río Los Ángeles, trasladando su desembocadura desde Venice a Long Beach.
¿Qué dicen los expertos?
El trabajo científico señala que si hoy se produjera una tormenta similar, hasta 10 millones de personas se verían desplazadas, mientras que las principales autopistas interestatales, como las interestatales 5 y 80, quedarían cortadas durante meses. Pero no solo eso, ya que centros de población como Stockton, Fresno y partes de Los Ángeles quedarían sumergidos.
Daniel Swain, científico del clima de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) e investigador que participó en el estudio, señaló a la cadena CNN que, actualmente, "hay más lluvia en general, precipitaciones más intensas por hora y vientos más fuertes", por lo que provocaría "una inundación muy grave en una amplia región que tiene el potencial de provocar impactos catastróficos en la sociedad de las zonas afectadas".
Los expertos exponen que California es propensa a estas inundaciones de los ríos atmosféricos de forma natural, y ya se han producido grandes inundaciones a causa de ellos. Sin embargo, el cambio climático profundizó el fenómeno, y millones de personas podrían verse afectadas.
En caso que ocurriera una megainundación, los autores proyectan que la zona con mayor destrucción sería el Valle Central de California, que produce una carta parte del suministro de alimentos de todo Estados Unidos, además de Sacramento, Fresno y Bakersfield.
El estudio también establece que una inundación del tamaño de este valle sería la catástrofe geofísica más cara hasta la fecha, con un costo de más de un billón de dólares en pérdidas y devastando las zonas bajas del estado, incluidos los condados de Los Ángeles y Orange.
Los autores proyectan que la zona con mayor destrucción sería el Valle Central de California.
"Descubrimos que el cambio climático ya ha aumentado el riesgo de una megainundación en California, pero que el futuro calentamiento climático probablemente provocará un aumento del riesgo aún mayor", advierten los expertos. Swain, por su parte, también resalta que muchas de las grandes ciudades actuales, con millones de habitantes, están construidas directamente sobre los antiguos depósitos de las inundaciones, lo que pone en peligro a mucha más gente.