Un llamativo descubrimiento tiene ocupados a los arqueólogos en Israel. Se trata de una mano que apareció tallada sobre el muro de un antiguo foso de más de mil años de antigüedad, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. No se descarta la posibilidad, de que se trate también de una broma.
Todo comenzó a partir de una obra que buscaba agrandar una carretera, cerca de la denominada Puerta de Herodes. Según se pudo constatar, se trata de una mano tallada, que se puede ver muy clara mente, y que ya es motivo de investigación para los expertos en arqueología de Israel.
De acuerdo con lo que informó The Times of Israel, se realizó un proyecto de infraestructura a lo largo de la calle Sultan Suleiman, que corre junto a las murallas de la ciudad. Allí se encontró un profundo foso de roca, que podría datar del siglo X, o posiblemente incluso antes, según los expertos.
Zubair Adawi, director de excavaciones de la Autoridad de Antigüedades de Israel, afirmó que “la gente no es consciente de que esta concurrida calle está construida directamente sobre un gran foso, un enorme canal excavado en la roca”, comentó. “Su función era impedir que el enemigo que asediaba Jerusalén se acercara a las murallas y entrara en la ciudad”.
Una historia desconocida
Ahora, respecto de la mano tallada en la pared del foso, todavía no se sabe mucho. ”Es un misterio, hemos intentado resolverlo”, afirmó, mientras comienzan a preguntarse por el origen de esa marca.
"Las fortificaciones de Jerusalén eran formidables y complejas".
“En las eras de las batallas de los caballeros, las espadas, las flechas y la carga de la caballería, las fortificaciones de Jerusalén eran formidables y complejas, y comprendían muros y elementos para contener a los grandes ejércitos que asaltaban la ciudad”, dijo Amit Re’em, director regional de Jerusalén.
El túnel, también tenía una función defensiva, ya que contaba con pasadizos por los que los defensores de la ciudad de Israel podían esconderse y replegarse. “Los hallazgos arqueológicos nos permiten visualizar los dramáticos hechos y las convulsiones que sufrió la ciudad”, sumó por su parte el director de la IAA, Eli Escuzido.