El papa Francisco hizo una petición a los gobiernos de Europa a generar políticas "con visión de futuro" para incrementar la tasa de natalidad en ese continente, al considerar que "es el principal indicador para medir la esperanza de un pueblo".
En su discurso en el acto "Los Estados Generales de la Natalidad" en Italia, el papa Francisco mostró su preocupación con respecto a la falta de política para incentivar la procreación. De acuerdo a su visión, el sumo pontífice expresó que "el tema de la natalidad es central para todos, especialmente para el futuro de Italia y Europa".
¡Firme en su petición!
En esa misma línea, sentado junto a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, resaltó: "El nacimiento de niños, de hecho, es el principal indicador para medir la esperanza de un pueblo. Si nacen pocos significa que hay poca esperanza. Y esto no sólo tiene repercusiones desde un impacto económico y social, sino que mina la confianza en el futuro".
El religioso afincó su preocupación haciendo referencia a los datos en Italia, donde se alcanzó la tasa de natalidad más baja de la historia con sólo 393 mil nuevos nacimientos. "Es una cifra que revela una gran preocupación por el futuro", apuntó.
En su mensaje, el papa Francisco reveló, además, que el costo de la vida pone trabas a las familias a la hora de querer tener hijos y enfatizó que para las mujeres todavía es mucho peor porque "existen limitaciones casi insuperables". "Son las que más sufren, las mujeres jóvenes, a menudo obligadas a elegir entre la carrera profesional y la maternidad, o aplastadas por la carga de cuidar de sus familias, sobre todo en presencia de ancianos frágiles y personas dependientes".
"No podemos aceptar que nuestra sociedad deje de ser generativa y degenere en tristeza".
En su petición, el papa Francisco remarcó: "Es necesario abordar el problema juntos, sin vallas ideológicas ni posturas preconcebidas. No podemos aceptar que nuestra sociedad deje de ser generativa y degenere en tristeza. No podemos aceptar pasivamente que tantos jóvenes luchen por realizar su sueño familiar y se vean obligados a bajar el listón del deseo, conformándose con sucedáneos privados y mediocres: ganar dinero, aspirar a una carrera, viajar, guardar celosamente el tiempo libre".