Carlos III por fin fue coronado de forma oficial como el Rey del Reino Unido, en una ceremonia que volvió a realizarse después de 70 años. Esas siete décadas pasaron desde la coronación de Isabel II, la madre del actual monarca, tiempo en el cual pasaron muchas cosas y mucho ha cambiado en el mundo.
El planeta se paralizó para ver la opulenta ceremonia que se realizó en la Abadía de Westiminster, en Londres, con numerosos ritos y símbolos que marcan siglos de tradición. Entre la algarabía por la coronación de Carlos III, hubo también una contraparte que llegó a opacar la fiesta, pero que resonó en los principales organismos de Derechos Humanos.
Se reportó que seis personas fueron detenidas en las inmediaciones de la Abadía y del Palacio de Bukhingam, por realizar manifestaciones antomonárquicas. Al mismo tiempo, una multitud acampaba por las calles de Londres para ver pasar el carruaje de oro llevando a Carlos III y su esposa Camila.
Protestas y detenidos
"Seis de nuestros organizadores fueron detenidos y confiscaron cientos de pancartas", comunicaron a través de su portavoz desde el grupo ‘Republic”, cuyos simpatizantes se reunieron en la céntrica Trafalgar Square, para abuchear la procesión real a su paso y mostrar unos carteles amarillos con el lema “No es mi rey”.
"Es algo que esperaríamos ver en Moscú".
Desde la ONG de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch condenaron estas detenciones, que terminaron siendo muchas más, y calificaron como "alarmante" el accionar policial de las fuerzas londinenses, que detuvo a estos seis activistas que se manifestaban en contra de Carlos III.
Fuente: (YouTube Meganoticias).
"Es algo que esperaríamos ver en Moscú, no en Londres", declaró Yasmine Ahmed, directora de HRW UK. "Las protestas pacíficas permiten pedir cuentas a quienes están en el poder, algo a lo que el gobierno británico parece ser cada vez más reacio", sostuvo.