Cientos de miles de viajes en avión se llevan a cabo con éxito cada día en todo el mundo, pero una serie de casos particulares producidos en los últimos meses, han generado preocupación entre los pasajeros. Ahora sucedió en un vuelo de Austrian Airlines que se dirigía desde Palma de Mallorca hacia Viena.
Según se informó, minutos antes de aterrizar, el avión se topó con una inesperada tormenta de granizo que destrozó parte del fuselaje y obligó a la tripulación a realizar un aterrizaje de emergencia. Aunque todo terminó bien y no hubo que lamentar heridos, se vivieron largos minutos de temor entre los pasajeros.
De acuerdo con lo que comunicó la compañía aérea europea, la aeronave, un Airbus SE A320, se encontró con una “célula de tormenta” de granizo, que no había sido detectada en los radares, por lo que tomó por sorpresa a los pilotos.
"Célula de tormenta".
Como consecuencia de esto, quedaron dañados los cristales del parabrisas, se dobló la parte superior de la cabina y quedó destrozado el frente del avión. Los pilotos iniciaron un aterrizaje de emergencia de inmediato al tiempo que emitían una señal de ‘mayday’.
Momentos de temor
“El Airbus quedó atrapado en una tormenta durante su aproximación a Viena, que según la tripulación de la cabina no era visible en el radar meteorológico”, dijeron desde Austrian Airlines. “Creo que estábamos a unos 20 minutos de aterrizar cuando nos encontramos con una nube de granizo y una tormenta eléctrica, y empezaron las turbulencias”, relató una pasajera.
“Pudimos sentir el granizo cayendo sobre el avión y fue bastante ruidoso y, por supuesto, muy rocoso durante un minuto”, agregó la mujer quien iba a bordo del avión en cuestión y conversó con un medio británico, quien destacó el trabajo de la tripulación para mantener la calma.
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