Evo Morales está decidido a seguir en la política, y apunta a volver a la presidencia de Bolivia. Esta semana, anunció una vez más su candidatura, para las elecciones que se celebrarán en agosto en ese país.
El gran interrogante, es saber cómo hará Evo Morales para sortear la prohibición que impuso la justicia sobre su persona y que le impide postularse. Bolivia viene pasando por tiempos muy convulsionados tanto en lo social como en lo político, donde ningún otro líder pudo lograr posicionarse, permitiendo el resurgimiento de la figura del expresidente.
A través de una conferencia de prensa, el exmandatario de 65 años dijo además que esta vez no integrará el Movimiento Al Socialismo (MAS), que hoy se encuentra dividido entre Morales y el presidente Luis Arce.
"Ya tenemos el partido para participar en las elecciones de este año (...) Ahora con Frente para la Victoria nuevamente vamos a ganar las elecciones nacionales", dijo Evo Morales desde la región cocalera del Chapare, su fortín político en el departamento de Cochabamba.
El Frente para la Victoria, una pequeña agrupación de izquierda sin representación en el parlamento boliviano, firmó un acuerdo con Morales para imponerlo como su "único candidato" a la presidencia.
"Único candidato".
"Su acompañante a la vicepresidencia" aún será "consensuado", dice el documento que fue leído por un vocero de la alianza durante el encuentro con la prensa transmitido por la Radio Kawsachun Coca.
Contra la justicia
Evo Morales fue presidente de Bolivia entre 2006 y 2019, y aunque aspira a su cuarto mandato, un fallo constitucional le impide esa posibilidad. Además, tiene un proceso judicial en su contra y una orden de detención por no presentarse a declarar ante la justicia. “Quieren proscribirnos, pero no podrán”, fue la respuesta a todo esto del exmandatario boliviano.
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