El Papa Francisco sigue internado en el policlínico Gemelli, donde ingresó el pasado 14 de febrero con un cuadro de bronquitis, que después derivó en una neumonía bilateral. Según trascendió el santo padre atravesó algunas crisis respiratorias, pero los últimos reportes comienzan a ser positivos.
Este jueves desde el Vaticano, Matteo Bruni, el vocero del Papa Francisco, compartió un nuevo parte de la salud del sumo pontífice, en el que aseguró que “el Papa ha pasado una noche tranquila y aun está descansando”. De todos modos, el pronóstico sigue siendo reservado.
Desde la santa sede ubicada en Roma, se informó que el religioso de 88 años continuó sus terapias, entre las cuales se encuentra la fisioterapia motriz activa que realizó “después de la ventilación no mecánica invasiva de la noche”, es decir, que le administraron oxígeno por medio de una mascarilla.
Luego, por la mañana “volvió a la oxigenación de altos flujos con el uso de cánulas nasales”. Lo destacado es que el Papa Francisco lleva entonces tres días consecutivos sin padecer crisis respiratorias, y también comenzó a hacer ejercicios de actividad motriz.
Retomando la actividad
Lo llamativo es que el Papa Francisco retomó su actividad laboral ya que se puso en contacto con Gabriel Romanelli, el párroco argentino de la única iglesia católica de la Franja de Gaza, una actividad que realizaba todos los días, desde hace más de 15 meses.
“La evolución ordinaria de una neumonía”.
Desde el Vaticano sostuvieron que el santo padre presenta “la evolución ordinaria de una neumonía”: “Hace falta tiempo y hay variaciones de paciente a paciente”. “Es prematuro decir que está funcionando la terapia y por eso los médicos insisten en que el pronóstico es reservado”, sostuvieron.
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