Con la partida del Papa Francisco, se pone fin no solo a uno de los pontificados más importantes en la historia reciente de la Iglesia Católica, sino también a un conjunto de tradiciones simbólicas.
Una de ellas es la destrucción del “Anillo del Pescador” del Papa Francisco, que vuelve a estar en el centro escena. Este anillo, también conocido como annulus piscatoris, es más que una simple joya: representa la autoridad del Papa como reemplazo del apóstol San Pedro, quien fue, según la tradición cristiana, el primer pontífice y pescador de oficio.
El motivo clave
Cada nuevo Papa recibe un Anillo del Pescador al comienzo de su pontificado como le pasó al Papa Francisco. Cabe destacar que siglos pasados, se usaba para sellar con cera roja los documentos oficiales del Vaticano, aunque en la actualidad su función es ceremonial. No obstante, su significado dentro de la Iglesia Católica permanece intacto.
Cuando un pontífice se va de este mundo, como el caso reciente del Papa Francisco, el anillo debe ser destruido. Esta tradición milenaria tiene como objetivo evitar que el sello papal pueda ser falsificado durante el momento de transición, conocido como Sede Vacante, en el que la Iglesia se prepara para seleccionar a un nuevo Papa.
Tiene como objetivo evitar que el sello papal pueda ser falsificado.
Esta tarea dentro de las tradiciones que acompañan el fallecimiento de un Papa, es hecha por el camarlengo, quien golpea el anillo con un pequeño martillo de plata como señal oficial del fin del mandato papal. En algunos casos, los restos del anillo pueden ser fundidos y reutilizados en la elaboración del anillo de su sucesor.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!