Budapest vivió una multitudinaria marcha del Orgullo tal como se hizo en otras grandes ciudades del planeta. Sin embargo, el caso húngaro cobra relevancia porque fueron más de 200.000 personas quienes desafiaron al gobierno que había prohibido la manifestación de la comunidad LGTB.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, había prohibido que se lleve a cabo la marcha del Orgullo en Budapest. En un abierto desafío al gobierno húngaro, la comunidad LGTB se reunió para un evento que los expertos entienden que dejará repercusiones políticas en el país.
Ante la multitud, Orban descartó toda posibilidad de represión violenta, pero si dejó una amenaza para la comunidad LGTB. El gobierno húngaro ha buscado evitar que los menores estén expuestos a este tipo de manifestaciones, ya que las considera como una “depravación”.
Cabe mencionar que, en marzo del año pasado, el gobierno húngaro aprobó una ley que prohíbe marchas como las del Orgullo. Asimismo, desde Budapest también se enmendó la Constitución para restringir los derechos de la comunidad LGTB, en nombre de los derechos de los niños.
33 países apoyaron la marcha en Budapest.
Multas
33 países apoyaron la marcha en Budapest. Aun así, el ministro de Justicia de Hungría les advirtió a los diplomáticos que participaron en el evento masivo que tendrán que asumir las consecuencias. Las autoridades instalaron cámaras a lo largo del recorrido para poder identificar y castigar a los participantes.
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